Diésel, familiar e Híbrido enchufable, práctico lujoso y económico de lunes a viernes
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En plena época en la que los diésel están en entredicho llega Mercedes-Benz rompiendo el molde y ofrece un híbrido y enchufable pero de motor de gasoil, un sistema propulsor de 306 cv en total, con autonomía suficiente para movernos de lunes a viernes sin visitar la gasolinera y seguir con una buena economía de consumo si agotamos la batería recargada desde nuestro enchufe, que puede ser cualquiera de casa.
Este tipo de híbrido diésel, pero normal, o sea no recargable desde enchufe, ya lo formuló una marca como Peugeot, pero no tuvo la valentía de mantenerlo en el mercado. Mercedes lo ha puesto ahora en su oferta con el invento de la recarga mediante enchufe, que para los que puedan hacerlo día a día será una rápida amortización.
Con esta fórmula reunimos en un coche, eso sí, de 70.000 Euros a día de hoy, un familiar de buena capacidad, si bien algo estropeada por la batería, un coche lujoso y confortable y una economía de movimiento diaria para quienes no hacen más de 40 kilómetros cada día.
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El único híbrido de la gama.
Hablando del Mercedes-Benz Clase E, tenemos una gama de motores casi todos compartidos, incluido nuestro 300 de, entre la berlina y el familiar (Estate). Entre ellos éste que es el único enchufable a día de hoy así como el único híbrido.
Esta versión está integrada con normalidad en la gama. Quiero decir que no tiene un equipamiento especial, y cuenta con los mismos elementos de serie que le toca, así como la misma oferta de líneas de acabado opcionales, paquetes y cosas sueltas, que dicho sea de paso es numerosísima y como siempre en Mercedes-Benz configurar un coche será al menos «entretenido».
Carrocería «Familiar».
El Clase E Estate es el típico familiar con dos cuerpos, una talla de 493 cm desde su última edición de 2016. Solo le delata – anagramas aparte – la trampilla para el enchufe a la red, situada en plena defensa trasera, algo expuesta a algún golpe.
Dentro guarda 5 muy buenas plazas, exquisito acabado y un maletero que en su versión normal tiene 640 litros, pero que en este «300 de» pierde 160, y se queda en 480 litros. Esto es porque el suelo del maletero está interrumpido por la batería, ni deja el suelo plano ni permite aprovechar el subsuelo. Es el problema cuando a un modelo de combustible normal se le adapta un sistema híbrido enchufable.
De todas maneras con la carrocería familiar es menos el problema puesto que tenemos hasta el techo para cargar cosas y se dispone de red separadora de serie.
Acabado y equipamiento con muchas opciones.
El equipamiento y acabados del Mercedes-Benz E 300 de, está en la línea de toda la gama base del modelo, encontramos lógicamente diferencias en cuanto a elementos concernientes a su condición híbrida enchufable, aprovechando la excelente instrumentación para el conductor y las comodidades para los pasajeros. Con un nivel de equipamiento correcto en el precio, pero con una lista de opciones infinita.
Mucho del equipamiento de serie de nuestra versión es opcional y hay que estudiar bien el equipo que queremos antes de cerrar la configuración de nuestro Clase E Estate. Casi todos los sistemas de asistencia a la conducción son opciones, además de casi todo el equipamiento mínimamente lujoso. Esto sin entrar en las diferentes opciones de personalización y líneas de equipamiento disponibles.
Motor de 194 cv diésel, conjunto de 304.
El sistema híbrido está compuesto por un motor diésel de 194 cv, un motor conocido en el resto de la gama de 2 litros con 4 cilindros que se monta en el E 220d pero que en el 300 de cuenta con el apoyo de otro eléctrico de 122. El conjunto garantiza 306 cv, con un par motor sumado de 700 Nm hacia las 2000 rpm.
El cambio es el mismo que el del resto de la gama, automático de 9 relaciones proveniente de un sistema continuo con las marchas pre-ajustadas (9G-Tronic).
Es tracción trasera, el motor eléctrico suma su fuerza al sistema de transmisión y el sistema de recuperación devuelve la energía desde las ruedas en el momento de retención, si bien con los diferentes programas y niveles de recuperación se puede ir «a vela», es decir con la transmisión desconectada.
Conducción sencilla, pero podemos complicarlo cuanto queramos.
Tras el volante del E 300 de, podemos abrumarnos de la cantidad de botones y pantallas que tenemos. Si bien sólo vemos antes de arrancar una súper alargada, realmente tenemos dos, una tras el volante a modo de cuadro de mandos y otra en lo que sería la central del salpicadero, pero ésta se puede dividir en más de una en función de lo que programemos ver en ella.
Todas tienen sus menús, manejables desde mandos del volante, de modo táctil y también con menús desde el dispositivo central.
Hay que resumir lo importante pues sino podríamos escribir un libro. Y lo importante es que podemos ponerlo en «todo automático», o ponernos a jugar con todo lo que nos apetezca.
No busquemos la típica palanca de cambios, ni siquiera algún tipo de joystick en la consola porque el «cambio de marchas» se resume a una pequeña palanca tras el volante para dar hacia adelante o hacia atrás, además del punto muerto, y todo lo demás se hace con las levas tras el volante. Poniendo la típica «D», con limitarnos a acelerar y a frenar llegaríamos confortablemente a todas partes. Pero no olvidemos que estamos ante un coche que usa corriente eléctrica para moverse y que tiene una autonomía teórica de 52 kms de emisiones cero, o sea moviéndose sólo con el motor eléctrico.
Lo más importante a saber es que podemos jugar con la disposición de esa carga eléctrica o dejar que el coche la administre. Para ello tenemos 4 posibilidades:
- Hybrid, el coche lo hace todo apoyándose en el sistema de navegación (si hemos puesto destino)
- E-Mode, que obliga a usar el motor eléctrico, mientras que la solicitud de prestaciones lo permita.
- E-Save, para preservar la carga y que no baje de un nivel determinado
- Charge, que nos carga la batería eléctrica a base de forzar algo el motor de combustión. Aquí no hay ahorro alguno, es una cuestión de confort y practicidad).
Después podemos jugar con nuestro estilo de conducción, desde más económico a más deportivo en el selector de la consola central. Tenemos un modo ECO, un modo Normal, un modo Dynamic y un modo personalizado, en el que ponemos la respuesta de cada elemento a nuestro gusto. Esta respuesta es la referente a la asistencia a la dirección, la respuesta del motor, del cambio y de la climatización.
Consumo a la carta.
Con todos estos parámetros de configuración podremos conducir nuestro Mercedes híbrido enchufable de diferentes maneras y obtener unos consumos más o menos buenos, teniendo en cuenta que tenemos que contemplar dos tipos de consumo. Cuando tenemos carga en la batería o cuando no y ya vamos en modo puramente híbrido.
Si tenemos carga en la batería obtendremos unos consumos «confusos», o al menos engañosos, que irán desde cero a los 1.7 litros cada 100 km. Y ni uno más. Es además una cifra homologada y no real.
Para decir la verdad, y hablar de forma práctica, diremos que la autonomía eléctrica 100% está muy lejos de los 52 kms de su ficha técnica, estaremos entre 35 y 40 km y con una conducción cuidada, pasaremos de 40 km en ciudad, o donde los cruceros no pasen de 70-80 km/h. pero poco más.
Una vez KO la carga de la batería para tener autonomía 100% eléctrica – cosa que ocurre en el último cuarto de su medidor en el cuadro de mandos – el coche es un híbrido normal. De los 13.5 kWh de capacidad, utiliza 9.3 para esos teóricos 52 kms EV que como digo en la realidad es complicado pasar de 40 km.
Una vez en modo híbrido en este E 300 de, no ocurre como en otros híbridos enchufables de su peso y potencia, ya que el motor de combustión es de gasóil y con la ayuda híbrida nos encontramos con consumos medios de entorno a 6 litros, y en una conducción normal, sin excesivo cuidado. Sólo en un trato deportivo podríamos acercarnos a los 10 litros, pero utilizando buena parte de la caballería, mucho menos que si fuera un híbrido de gasolina.
Cuadro de mandos muy configurable.
El cuadro de mandos tras el volante es sumamente configurable. Es una pantalla digital que dispone de varios perfiles, coordinados con los perfiles de conducción, pero que además podemos configurar a nuestro gusto, poniendo lo que nos guste en cada lado, con una pantalla central de menús que se manejan desde los profusos mandos del volante.
Desde aquí se puede hacer casi todo; desde audio, configuraciones, sistemas de asistencia, etc… Los perfiles visuales nos colocan en los relojes las lecturas más importantes según el perfil de conducción ajustado.
Algo importante sobre las levas del volante.
Normalmente las levas del volante en los coches eléctricos son para elegir el nivel de retención del sistema de recuperación, desde una retención cero, para mantener el llaneo en carretera, hasta niveles más altos que logran frenar el coche del todo. Pero si estamos ante un híbrido enchufable en la mayoría de coches estas levas no funcionan como tales si no vamos forzando el perfil puramente eléctrico. Al pulsar las levas para reducir en un coche así el motor de combustión arranca para reducir, restando o anulando el efecto de retención de cuando está en puro eléctrico.
En el E 300 de nuestro trabajo no es así, la retención del sistema de recuperación sigue actuando.
Confort en carretera.
Resumiendo las cualidades del Mercedes-Benz E 300 de, hemos de decir que añade un gran confort para los viajes largos, donde ya la autonomía eléctrica es despreciable y entran más los valores de confort y comportamiento. Dentro de una conducción muy placentera es un coche que se encuentra mucho más a gusto en las carreteras generales de curvas amplias, es un tragamillas en en estas condiciones que se defiende bien en curvas más cerradas donde ya notaremos el mayor peso, más de dos toneladas en vacío.
Su mejor valor es el coste cero a diario con una autonomía de entre 35 y 40 kms en el día a día, y muy buena relación consumo/prestaciones cuando ya no hay qué rascar en lo que hemos cargado desde nuestro enchufe, que puede ser perfectamente uno normal de nuestra casa, en el que tardaremos en reponer esos 9,3 kWh en poco más de 2 horas desde una toma de 20A. (4.600 W). Usando una de 32 A tipo Wallbox unos 90 minutos.
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