Diversos sistemas de recuperación de energía.

Basándose en general todos los sistemas de recuperación de energía en la inversión del alternador para recargar la batería desde los primeros coches eléctricos, este sistema va evolucionando en cada modelo de cada marca. Hasta el punto que ya hay coches que se pueden conducir sin tocar el freno, siendo el acto de pisar el pedal del mismo necesario sólo para mantenerlo parado, o para una frenada de emergencia.

Principalmente vamos a encontrarnos con un pedal de acelerador que en sus primeros milímetros de movimiento lo que hace realmente es «dejar de frenar», es decir, al hundir el pié vamos desconectando el freno (que no es en sí el freno de rozamiento sino el sistema explicado antes), hasta llegar a una posición en donde ni se frena ni se acelera, y pasando de ahí aceleramos. Incluso nos encontraremos pedales de acelerador que en su última fase se endurece para evitar pisotones inútiles que nos descargarían antes la batería o aplican el máximo de potencia como aquel que dice «oculta».

Este tipo de pedal combinado con un selector de niveles de regeneración, nos condicionará la conducción de un coche eléctrico de los actuales.

Estos niveles de reducción pueden ir asociados a los típicos perfiles de conducción, y/o seleccionarse manualmente con pulsadores o mandos, e incluso con levas en el volante, lo cual facilita una conducción intuitiva a modo de reducir marchas, siempre evitando tocar el pedal del freno, el cual produce el calor que es lo que menos (o nada) se recupera.

Resumiendo.

Así que resumiendo sobre el coche eléctrico, hay que decir que es un coche igual que los de combustión, pero en lugar de gasolina, gasóil o cualquier otro combustible fósil o bioproducido, utiliza electricidad como la de nuestro tostador. Es mucho más sencillo de mantener y por lo tanto barato, el coste de movimiento hasta 8 ó 10 veces inferior, pero aún tiene dos inconvenientes, los puntos de recarga públicos y el coste de las baterías. Según se avance en ésto se irá popularizando.

En un futuro los coches eléctricos no habrá que enchufarlos obligatoriamente, se recargarán también de hidrógeno, como los actuales de gas, un elemento barato, abundante y limpio. Ello hará que las baterías no tengan que ser tan grandes y por lo tanto, tan caras. Pero recuerda, puede que desde ya tú puedas disfrutar diariamente de un coche eléctrico sin desembolso extra. Pásate por nuestro Test de Perfil y Calculadora de Ahorro.


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